Versión en español más abajo.
ENGLISH:
Striving for excellence, working hard, trying my best to become who you want me to be, feeling the burden when I fail, getting frustrated when life just feels ordinary, wanting to hear more from you… This wrestle is exhausting and does not meet my expectation. But you, Father, hold me through it all, put your Spirit in me, show up in the extraordinary and in the “just ordinary”. You call me to great things, when I feel so little. You interrupt my agenda with your own. You open doors that seemed forever locked. You send angels of flesh and bone to help me through it all. You protect me from so many things that could hinder me. Just you.
The same one who created the heavens and the Earth, who lets the sun shine upon us everyday, who controls every cycle. You are almighty, powerful, great, yet you see me. In all your greatness, you are after me. Your care seems more than enough for me, but still you continue to call me loved, daughter, princess, chosen, pure, leader, legend, friend… You don’t have to, but you continue to do so.
I truly believe I have genuinely grown with you for a long time, but now I see how little I actually know about you. Your majesty is so big, 19 years of getting to know you is not nearly enough. You are refining me with the “basics”. You are saying, “daughter, give me your heart” (Prov. 23:26).
You are taking me out of an unconscious work-based faith and inviting me to rest in you. You show me how my strength alone is insufficient, but when I rest in you you are able to do way more through me. You show me that I don’t need to strive for goodness to receive love, but because I am loved your goodness overflows from me. You show me I’m in a sea of grace. You open my eyes to see all the gifts I have received from you that are yet to be unwrapped. You are sitting with me and showing me how to open them, like a Father showing his baby the basics.
God, you want my whole heart, but if I’m honest, I don’t think I fully understand what that means. I have always heard you love me, and I see it; I believe it. Yet you keep on reminding me of that everyday, revealing to me that this also I don’t understand fully. Father, show me what it means to be loved by you and to give you my whole heart. Continue to pour out your Spirit in me, to guide, comfort, help, and defend me.
“My ears had heard of you but now my eyes have seen you” (Job 42:5). Thank you because you are making this true. I have heard so much of you. I have experienced you as well. But now I see you are opening my eyes to see and understand more.
God, you are so good! Even more than I know. My heart does not know how to speak enough of your goodness. It is too big for me to wrap my head around it. All I can say is thank you, for all you have done for me, for all you are refining in me right now, and for all the plans you have for me. Thank you for holding my hand and walking me through it all. I love you.
– Daughter Val 🙂
ESPAÑOL:
Lucho por alcanzar excelencia, trabajo duro, hago mi mejor esfuerzo para convertirme en quien quieres que sea, siento la carga cuando fallo, me frustro cuando la vida se siente ordinaria, quiero oírte más… Esta lucha es agotadora y no cumple con mi expectativa. Pero tú, Padre, me abrazas a través de todo, pones tu Espíritu en mí, te manifiestas en lo extraordinario y en lo “solo ordinario”. Me llamas a grandes cosas, cuando me siento tan poco. Interrumpes mi agenda con la tuya. Abres puertas que parecían cerradas para siempre. Envías ángeles de carne y hueso para ayudarme en todo. Me proteges de tantas cosas que podrían lastimarme. Solo tú.
El mismo que creó los cielos y la Tierra, que deja que el sol brille sobre nosotros todos los días, que controla cada ciclo. Eres todopoderoso, majestuoso, grande, y aún así me ves. En toda tu grandeza, me persigues. Tu cuidado me parece más que suficiente, pero sigues llamándome amada, hija, princesa, elegida, pura, líder, leyenda, amiga… No tienes que hacerlo, pero continúas haciéndolo.
Genuinamente creo que he crecido contigo durante mucho tiempo, pero ahora veo lo poco que realmente sé sobre ti. Tu majestad es tan grande que 19 años de conocerte no es suficiente. Me estás refinando con los “conceptos básicos”. Estás diciendo: “hija, dame tu corazón” (Prov. 23:26).
Me sacas de una fe basada en obras inconscientemente y me invitas a descansar en ti. Me muestras cómo mi fuerza por sí sola es insuficiente, pero cuando descanso en ti puedes hacer mucho más a través de mí. Me muestras que no necesito esforzarme por bondad para recibir amor, sino que porque soy amada, tu bondad se desborda de mí. Me muestras que estoy en un mar de gracia. Abres mis ojos para ver todos los regalos que he recibido de ti que aún no se han abierto. Te sientas conmigo y me muestras cómo abrirlos, como un padre que le muestra a su bebé lo básico.
Dios, quieres todo mi corazón, pero si soy honesta, no creo que entienda completamente lo que eso significa. Siempre he escuchado que me amas, y lo veo; yo lo creo. Sin embargo, sigues recordándome eso todos los días, y me revelas que esto tampoco lo entiendo completamente. Padre, muéstrame lo que significa ser amado por ti y darte todo mi corazón. Continúa derramando tu Espíritu en mí, para guiarme, consolarme, ayudarme y defenderme.
“Mis oídos habían oído hablar de ti, pero ahora mis ojos te han visto” (Job 42: 5). Gracias porque lo estás haciendo realidad. He escuchado mucho de ti. También te he experimentado. Pero ahora veo que me abres los ojos para ver y entender más.
Dios, eres tan bueno! Incluso más de lo que sé. Mi corazón no sabe hablar lo suficiente de tu bondad. Es demasiado grande para mí entenderla. Todo lo que puedo decir es gracias, por todo lo que has hecho por mí, por todo lo que estás refinando en mí en este momento y por todos los planes que tienes para mí. Gracias por tomar mi mano y guiarme a través de todo. Te amo.
– Tu hija Vale 🙂
