Hi friends! I know it’s been quite a while since I wrote a blog (sincerest apologies, life got crazy REAL fast). BUT, I am back and I have quite the load of news!!
- From October 31- November 14 my squad and I were given the INCREDIBLE opportunity to serve doing disaster relief with Samaritan’s Purse. We got to spend two weeks helping people recover, physically, from the storms. And doing this in Jesus’ name, praying over their homes, and praying with them opened doors for the Lord to move and see people saved and changed.
- I’m home!!! I came home for Thanksgiving and then had a slight change of plans and get to stay home until January!
- And speaking of January, our squad will be launching to ECUADOR in January!! Yes, we officially have plans to go overseas to Ecuador in January, the first week! I’m not sure what ministry will look like or where exactly we’ll be staying yet but we’ll be somewhere in Quito staying on an AIM base.
SO, now that you’re all caught up I’d love to share what Samaritan’s Purse was like and some of the things we got to experience and learn. Attached to this blog is a video of what a typical work day would look like and that day was actually one of our team’s most difficult days.
Each site we would show up to needed some work done in any of three categories:tree work, roof tarping, or a mud out. Tree work would mean anything from a few limbs and tons of leaves in the yard to six large pine trees all fallen on the one property. Roof tarping could be a tiny patch or entirely fixing a poorly done job that was just barely holding on to do the bare minimum. And a mud out would mean there was water damage or black mold inside the home, on the walls or ceiling, and we would go in and tear it out and sometimes tarp the ceiling so it wasn’t all exposed.
Going out six days a week, for two weeks, to witness the damage and brokenness that the storms created was draining and heart wrenching. I would often get that feeling in my gut, as if my stomach was in a knot, a pit of heartbreak for how these people had been living and all of the suffering they endured. Some homeowners carried this great light of hope that never dwindled, they held steadfast to the Lord in the midst of chaos and were only blessed furthermore by our work and man, was that beautiful and inspiring in every way. But, there were also several homeowners that didn’t have that. They had lost hope when the walked outside their homes after the storm and saw the destruction all around them, some with severe destruction even inside their homes. They saw this and saw no hope. Some of them were in their homes during the storm, alone and terrified. BUT, there was SO much beauty in all of the brokenness. The Lord showed us true joy, true reliance on Him, true weakness in ourselves, and true strength in Him. They were two very difficult weeks but two weeks of exponential learning and growth in us as a squad. Our team of orange shirts were something so unforgettable to both of these kinds of homeowners. Getting to help these incredible people by doing what they wouldn’t otherwise have the means to do themselves, in Jesus’ name, is a gift beyond what I will ever know.
That’s all I have to share for now but check back in next week for a story about the invisible veteran and what the Lord taught me through Him about love.
Hola todos! Se que ha pasado un tiempo desde que he escrito un blog (perdón, la vida se puso muy loca muy rápido). PERO, estoy de vuelta y tengo varias noticias buenas!!
- Desde el 31 Octubre- 14 Noviembre mi grupo y yo tuvimos la oportunidad INCREIBLE para servir a la gente de Alabama dando ayuda a los que fueron afectados por los huracanes con Samaritan’s Purse. Pasamos dos semanas ayudando a gente recuperarse, fisicamente, de las tormentas. Y haciendo esto en el nombre de Jesús, orando por sus casas, y orando con ellos abrió puertas donde El Señor pudo mover sus corazones y ver personas salvadas y cambiadas.
- Estoy en mi casa!! Vine por Thanksgiving y hubo un cambio en mis planes y ahora me puedo quedar hasta enero!
- Hablando de enero, nuestro grupo va a ir a ECUADOR en enero! Sí, tenemos planes oficiales para ir a Ecuador en la primera semana de enero!! No se que ministerio haremos o dónde nos quedaremos pero vamos a estar por Quito en una base de AIM.
Ahora que están al día me encantaría compartir cómo nos fue en Samaritan’s Purse y las cosas que experimentamos y aprendimos. Incluido en este blog es un video de cómo fue un típico día de trabajo. Y fue uno de los días mas difíciles para mi equipo.
Cada sitio que fuimos necesitaba trabajo en alguna de tres categorias: cortando árboles, arreglando techos, o removiendo moho adentro. Cortando árboles podría ser cualquier cosa desde remover un par de ramas y montones de hojas hasta seis árboles caídas en una propiedad. Arreglando techos podría ser un pequeño parche o arreglando un trabajo mal hecho para cubrir lo mínimo. Y remover moho era que había bastante agua o moho negro adentro de la casa, en las paredes o el techo, y lo sacábamos enteramente.
Saliendo seis días a la semana, por dos semanas, para ver la destrucción y quebrantamiento que las tormentas dejaron fue drenando emocionalmente y conmovedor. Muchas veces me dio un sentimiento en mi interior, como mi estómago estuviera en un nudo, se me rompió el corazón por cómo esta gente han estado viviendo y todo el sufrimiento que han pasado. Algunos dueños de las casa tenían una gran luz de esperanza que nunca se disminuyó, se mantuvieron firmes al Señor en el medio de caos y sólo fueron bendecidos además por nuestro trabajo y WOW, eso fue algo tan lindo e inspirador. Pero también habían varios dueños que no tenían eso. Perdieron toda esperanza cuando salieron de sus casa después de la tormenta y vieron toda la destrucción alrededor de ellos, algunos con mucha destrucción adentro de sus casas. Vieron esto y no vieron cómo tener esperanza. Algunos pasaron por la tormenta adentro de sus casa, solos y asustados. PERO, había bastante belleza en todo el quebrantamiento. El Señor nos enseñó alegría verdadera, confianza verdadera, verdadera debilidad en nosotros mismos, y verdadera fuerza en Él.
Fuero dos semanas difíciles pero también dos semana de aprender y crecer bastante como un grupo. Nuestro equipo de polos naranjas fue algo muy inolvidable para los dos grupos de dueños. Poder ayudar a gente tan increíble, haciendo lo que ellos no podrían hacer, en el nombre de Jesús, es un regalo más grande de lo que yo podría imaginar.
Eso es todo que tengo para compartir por hora pero regresen en una semana para una historia sobre el veterano invisible y lo que el Señor me enseñó por él sobre el amor.