Estamos predicando en los pueblitos más pequeños en las montañas de Perú este mes. Yo di este testimonio en la iglesia la semana pasada, y quiero compartir con ustedes. Lo siento por la gramática mala. Perdoname, por favor.
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Quien sabe que nuestro Dios es un Dios que quiere conocernos? Realmente conocernos. Íntimamente. Como nadie mas.
Yo siempre conocí Jesús. Por todo mi vida, Él estaba un Dios grande quien sabe todo sobre mi, y siempre estaba mirándome. El vio todo yo hizo y todos las opciones yo hecho. El estaba en control cuando yo tuve miedo, y Él escuchaba cuando yo oré para mi comida y seguridad. Pero Él no estaba activa. El no hablaba, y no se preocupaba si yo estaba bien. Yo supe que Él me amaba, pero no supe qué significa el amor.
Fui en mi primer viaje misional a México cuando tuve 15 años. Eso fue el tiempo primero que yo encontré la gente quien conocía Jesús. La gente que creyó que Él estaba vivo y realmente se preocupaba con sus vidas. La gente que invito Jesús a estar presente en sus días y vidas. No supe que ellos tenían, pero yo supe que yo lo quería.
Yo decidí a asistir una universidad cristiana porque quería aprender más sobre el Jesús que ellos sabían. Y yo encontré muchas personas que conocían Jesús. Personas que tenían una relación con El. Estaban seguro de si mismo. Conocían que estaban enamorado. Tenían identidades fuertes porque sabían que estaban hijas del Rey. Yo quería eso, pero no sabía cómo lo conseguía. Entonces, yo tomaba muchas clases sobre la biblia y teológica y aprendí todo lo posible sobre la vida y tiempo de Jesús.
Pero, todo eso conocimiento quedo en mi cerebro. Nunca conocí en mi corazón. Yo nunca entendí en mi corazón quien Cristo dijo que yo era. No supe mi identidad porque no conocí Jesús, realmente. Podía contar todo los factos históricos sobre la vida de Jesús, pero no podía contar los deseos de su corazón.
Fui en varios viajes misioneros más en el próximo dos anos. No pude explicar, pero yo sentí un deseo fuerte para continuar a seguir Jesús en el extranjero. Cuatro veces a México, un vez a la República Dominicana, y cuando tenía 18 años, yo viví por dos meses en Kyrgyzstan como un pasante misionero. Yo continuaba aprender sobre Jesús y su vida. Cuando estaba en los viajes misioneros, yo entendí más el corazón de Jesús. Pero yo nunca deje se encargó de mi vida. Yo lo amo, yo quería estar seguro de sí mismo como la gente que yo conocí en los años pasados, pero yo no supe que estaba perdido.
Yo transferí a otra universidad para el año tercero. No estuvo una universidad cristiana. Yo trate estar involucrado con clubs y organizaciones cristianas en el campus, pero tuve muchos inseguridades, y la gente en esos clubs no pareció a querer amigas nuevas. Entonces, yo fui a la gente quien estaba más cordial – las atletas y las sororidades. Yo tenía amigas rápidamente quien dijeron cuánto me gustaba, que fui tan divertido, y que querían estar conmigo. Pero, también estaban las personas que no conocieron Jesus. Y rápidamente, yo olvide mi deseo a conocer Jesús y empecé a hacer decisiones malas.
No tenía una identidad firma en Cristo. Entonces, cuando los amigos nuevos pudieron darme un identidad nuevo, yo lo tome. Y porque yo nunca entendí que Jesús deseó ser un parte de mi, yo pensé que él estaba mirándome de una distancia muy lejos. Yo pensé que él no preocupo sobre que yo estaba haciendo, siempre que yo creí que él existía. Y yo creí esto.
Durante el año próximo, yo hecho muchas decisiones malas, fui a muchas fiestas, y dolí muchas personas. Pero rápidamente, yo estaba cansada de este estilo de vida. Cuando me gradué, empecé a asistir la iglesia otra vez. Y como antes, yo hacía todo yo pude para estar cercano de Jesús. Yo fui a la iglesia cada fin de semana. Trabaje en el cuarto del bebe cada fin de semana. Yo di el diezmar. Yo di extra. Estaba en un grupo pequeño. Estaba en dos grupos pequeños. Fui a viajes misioneros a Guatemala y México. Todo yo podía ser involucrado con, yo estuve. Pero no supe que estaba perdido.
Cinco años después de me licencié, tuve una maestría y estaba la principal profesora de educación especial en mi trabajo. Pero algo estaba malo. Yo sentí aburrida. Yo sentí que hubo mucho más que Dios quería, pero yo no sabía que lo estuvo.
Entonces, yo recuerdo un viaje que yo encontré en la universidad se llama La Carrera del Mundo. Yo sentí un jale en mi corazón para ir. Entonces, yo aplique, fui a entrenamiento, y deje los Estados Unidos en enero.
Y la cosa que estaba perdido? La cosa que yo quería y necesitaba y estaba tratando a aprender por muchos años? Estuvo Jesús. Y lo encontré.
Este ano, el Señor enséñame que no está importa cuánto conocimiento en mi cabeza si no tengo El en mi corazón. El no quiere que yo tengo conocimiento sobre El, el quiere que yo conozco Él.
La razón que yo no tenía confianza en mi identidad estaba porque no conocí Jesús, y no supe quien Él me creó para ser. Este ano, yo aprendí la palabra por la cosa que yo necesitaba: íntimo.
Dios quiere una relación intimo conmigo. Yo necesite a aprender qué significa eso, y como puedo tener uno. Resumiendo, eso es que yo aprendí:
Una relación íntimo con Dios significa que yo conozco su corazón. Yo se los deseos de Él, y estoy constantemente vivo en su presencia. Yo se quien él dice que soy, y estoy libre para tener confianza en mi identidad porque el me creo y me ama!
Cómo aprendí todo eso? Porque yo paso el tiempo con El. Una relación íntimo con Jesús puede suceder sólo cuando yo hablo con Él y escuchó a Él y disfruto su presencia. Tengo que escoger a cometer cada día a pasar el tiempo con El. Tengo que aprendí que mi relación con Jesús esta único, y no va a parecer como alguien más. No entendí este antes porque estaba tratando hacer que las otras personas estaban haciendo. Tuve que parar la comparación de mi relación a la relación de otros. También, yo aprendí que Dios dame los pasiones porque el quiere que yo uso estos para jale me cerca de El. El me ama por las cosas que yo amo. Cuando yo empecé hacer las cosas que yo amo, cómo leer, con Jesús en mi corazón, el muéstrame más sobre quién es. El último cosa que tuve que hacer fue desafiar mi mismo todo el tiempo. No puedo permitir mi relación con Jesús ser aburrido. La oración estaba difícil para mi, pero yo supe que es importante. Entonces, me pregunté a Jesús a ayúdame, y cuando yo persevero por el desafío, El revelo mas de el mismo a mi.
Jesus quiere ser intimo con nosotros. El te conoce profundamente, y quiere ser conocido profundamente de tu. Cuando tu tomas el tiempo para conocer El, para hablar con Él, y para obedecer que el te habla, puedes tener confianza de quien Él es, y quien te creó a ser.
