Soy lo suficientemente. Soy amada más allá de lo que creo. Hay un Dios poderoso conmigo, si tengo fe, entonces nada es imposible.

No voy a mentir. Estoy asustada. Tengo miedo, que no soy suficientemente. Cometo tantos errores y no siempre hago lo correcto. ¿Cómo podría llamarme para hacer algo tan increíble? He dudado que Dios me haya llamado, cuando pudo haber elegido a tantas otras personas.

Pero eso no es verdad. Eso es miedo hablando, dudas extendiéndose y errores consumiéndome. No soy perfecta y no estoy destinada a ser. Mis errores me han dado crecimiento y conocimiento.
Conocimiento que Dios puede usar para ayudar a alguien. Me pregunto por qué Dios me llamó a esto, no soy perfecto, pero nadie es perfecto. Nos llamó a ser DIFERENTES. Nos llamó a seguir su palabra y a vivir como él. Nos llamó para amarlo, a amarnos a nosotros mismos ya amar incondicionalmente a los demás. No siempre es fácil ser un seguidor de Cristo. Siempre tenemos una guerra dentro de nosotros, es entre la persona que eramos yo nuestra nueva persona. Entre la persona que una vez fuimos, la persona que no se preocupó por Dios y la persona que recién nacio, nacido del espíritu santo. A veces pienso: “Realmente valgo la pena”, pero luego me doy cuenta de que es una bofetada a Dios. Dios sabía que valíamos la pena, envió a su hijo a morir una muerte tan insoportable. Pensar que no valgo la pena, es como cuestionar si Dios hizo lo correcto. A veces no entiendo cómo pudo haber hecho lo que hizo. No puedo imaginar cómo fue para él, cuánto amor tiene para nosotros. ¿Cómo puedo sentirme no amada? No debería cuestionar por qué Dios me ha puesto aquí o si sus planes prevalecerán. Ya dijo, “Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza” en Jeremías 29:11. Lo pondré todo en sus manos y no me preocuparé por eso. No debería dudar si Dios proveerá, él ya lo ha hecho. Él abrirá la puerta correcta y los corazones para ayudarme. Volviendo a la muerte de Jesús, recuerdo que no terminó ahí. Lo resucitó entre los muertos tres días después. Hizo algo que se consideraba imposible, si puede hacerlo, ¿por qué debería dudar de que puede hacer algo maravilloso en mi vida o en la vida de cualquiera? Hay un amor tan incondicional y puro, ¿por qué debería sentirme sin valor? Soy la hija de un gran rey, entonces ¿por qué debería sentirme débil e impotente? Puede que no esté calificada, pero Dios no llama a los calificados, él califica a la llamada.