Estoy enamorado de Dios y su Reino. Solo quería empezar diciendo eso. Áquel que reina en la Tierra hasta la segunda venida de Jesús hace todo lo que puede para que nos mantengamos ignorantes e inconscientes a la grandeza de la herencia que se pagó y se nos dio a través de la vida, muerte y resurrección de Jesús. Hará todo lo que esté en su poder, que es limitado e incomparable con el poder de Áquel que nos salvó, para evitar que alcancemos, accesemos y nos comprometamos activamente con la realidad del Reino. Nos confunde para que vivamos nuestras vidas sometidos a las realidades menores que le presenta al mundo.
Una de mis partes favoritas de experimentar a Dios es a través de las Finanzas del Reino. Tristemente, creo, es un área que los creyentes tienden a ignorar. Vivimos bajo la misma impresión que tiene el resto del mundo, que es que tenemos que luchar nosotros por nuestras finanzas y que Dios no se involucra en proveer por nosotros de manera supernatural. No solo para cubrir nuestras necesidades pero también para el alcanzar nuestros sueños. Esto causa tanta preocupación, que nos distrae de Dios y nos previene de crecer en nuestro entendimiento de Él y su Reino. La fe financiera es un músculo de fe que debe ser ejercitado por cada creyente para que podamos correr la carrera de la fe sin lastimarnos en el largo plazo.
Este mes fui bendecido por Dios siendo parte de una de Sus transacciones celestiales. Mi rol fue uno pequeño, pero qué alegría y qué privilegio fue haberlo visto trabajar y colaborar con Él. La forma en que orquestó, guió, coordinó los tiempos, su poder y su amor son demasiado perfectos y trascienden de lo natural a lo sobrenatural.
Ahora les voy a mostrar todas las piezas de esta historia de lo que Dios hizo, tratando de presentárselas de forma que Él pueda ser revelado y que sea Él quien reciba toda la gloria. Para lograrlo, debo brincar hacia adelante y hacia atrás en el tiempo, pero les prometo que al final tendrán un cuadro completo (o al menos eso voy a tratar de lograr). Así que ténganme paciencia.
Este mes en Romania nos asociamos con la Iglesia Esperanza Viva en la ciudad de Pitesti. Uno de nuestros ministerios principales consistía en tener un servicio con la gente sin hogar de la comunidad, en el que ellos venían al edificio de la iglesia, se bañaban, comían una buena comida, conversaban, cantaban y oraban. Fue un ministerio muy demandante pero a mí me llegó al corazón.
La segunda semana del ministerio, el Señor me recordó del mes 3 en Malasia. Era la primera semana de Diciembre, y me tocó separarme de mi equipo. Ellos se fueron al norte del país mientras que yo me fui a Kuala Lumpur, la capital, a conseguir mi visa para Ucrania. Este era el último país que visitaríamos que tenía una embajada de Ucrania, así que no tenía más opción que gestionar la visa ahí.
Un día, mientras caminaba solo por la ciudad, estaba orando y alabando y el Señor me empezó a hablar de la gente sin hogar. Me habló de algunas necesidades básicas que les devolvería algo de dignidad a sus vidas cotidianas y les ayudaría a recuperar su sentido de valor. Un lugar donde pudieran bañarse, recibir cortes de pelo mensuales, comer algo, descansar, ser discipulados, e inclusive que pudieran ahorrar algo de dinero y aprender cómo prepararse financieramente para el futuro. Fue tan claro que tuve que escribirlo todo en mi teléfono.
En ese momento pensé que era el Señor hablándome para que construyera un lugar como este en el futuro al regresar a casa. La similitud con el ministerio que me encontraba haciendo en Romania (comidas y duchas) era suficientemente interesante como para que sacara mi teléfono y le enseñara mis notas al pastor que dirige el programa. Cuando lo leyó, me dijo que todas las cosas que yo había escrito eran parte del programa que dirigía, pero que simplemente nosotros no lo habíamos visto todo todavía. Esto hizo que mi atención se intensificara aún más, y me di cuenta de que el Señor me estaba señalando cosas de esta iglesia.
Como un mes antes de esto, en Ucrania, también ocurrió algo fuera de lo ordinario que me llamó la atención. Durante una llamada con mi mamá, me dijo que una amiga suya había estado siguiendo mis blogs, y se inspiró por el trabajo que estábamos haciendo. Sintió que el Señor le pidió que donara $1000 directamente a mi cuenta, y eso fue exactamente lo que hizo. Me impresionó y me emocionó muchísimo. Era la primera vez que esto me ocurría. Pero como ya yo había completado el dinero que necesitaba para el World Race, y no tenía en realidad ninguna necesidad especial, rápidamente me di cuenta de que ese dinero no me pertenecía a mí, sino a Dios. Solo era mi responsabilidad escuchar a su Espíritu y encontrar donde quería que yo invirtiera ese dinero para la expansión de su Reino.
No me tomó mucho tiempo conectar ambas experiencias, así que empecé a buscar necesidades de esta iglesia que calzaran con el monto de la donación que había recibido, y que también me movieran el espíritu. Eventualmente, escuché de una de las jóvenes del equipo de liderazgo, que estaba planeando un viaje misionero a Africa pero aún necesitaba $800. Siendo yo también un misionero, y sabiendo el enorme cambio que un viaje así puede significar en la vida de una persona y hasta de una iglesia, resonó mucho en mi corazón. Le pregunté a Papá “es aquí que debería entregar este dinero?“. Recibí una de sus respuestas clásicas: “Querés que sea aquí? Tenés todo mi apoyo en cualquier decisión que tomés“. No les encanta? Es tan increíble y amoroso!
Teniendo Su aprobación, hablé con el pastor y le entregué los $1000. Le entregó los $800 a la muchacha de manera que ya su viaje estaba cubierto. Más tarde en ese día hablé con ella y me dijo que el día antes había llamado a la organización que estaba organizando el viaje en el que iba para cancelar su viaje por falta de fondos, pero no logró que la llamada se conectara. También le pregunté si algo especial había ocurrido en Diciembre, ya que fue en esa fecha que el Señor me había hablado sobre un ministerio para la gente sin casa.
Inicialmente no recordaba, pero al día siguiente me dijo que revisó su diario para ver si algo había ocurrido, y vio que esa semana había asistido a una conferencia en la que dejó el proceso de recolección de fondos completamente en manos las de Dios. Durante dos años había dejado de comer en la escuela y había conseguido trabajos de cualquier tipo para ahorrar el dinero por sí misma, pero solo había recogido $250. Después de esa conferencia, me dijo que el Señor empezó a abrirle puertas y de forma rápida le empezaron a entrar algunas donaciones de $200 y $300. Para mí es impresionante ver cómo el Señor respondió a sus oraciones de rendición e inmediatamente comenzó a orquestrar la provisión de lo que ella necesitaba para su viaje a través de esta loca serie de eventos.
Sobre los $200 que sobraron, resulta que el aniversario de 17 años de casados del pastor era el 17 de Junio del 2017, así que tenían planes especiales para ir de vacaciones (de luna de miel, realmente, por que nunca habían tenido una). Sus planes se cancelaron debido a algunos gastos inesperados, de forma que no podían completar el viaje y terminaron perdiendo sus tiquetes de avión que ya habían comprado. Desde hace algún tiempo el Señor me estaba sembrando en el corazón que los bendijera de alguna forma, así que apenas escuché esto supe que el resto del dinero sería para que ellos lo disfrutaran. Para mí esto es solo un pequeño ejemplo del amor de Dios por ellos, y de cómo los cuida aún cuando las cosas no salgan como se planearon. Para ellos fue una gran motivación y muestra de la confianza y cercanía de Dios en sus vidas.
El Reino funciona en maneras curiosas. Tiene un Dios todopoderoso que maneja todo lo que ocurre tras el velo de lo comprensible. Lo orquesta todo de una forma maravillosa en la que nos invita a jugar un rol en Sus planes. Tener un corazón dispuesto es todo lo que nos pide, y soy testigo ante ustedes que me están leyendo de lo maravillosa y gratificante que es la experiencia de asociarse con Él en Su deseo de bendecir a todos Sus hijos en formas extraordinarias y asombrosas.