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(Si lees la sección “About me” encontrarás la introducción a historia)
Básicamente te quiero explicar porque he decidido hacer este viaje. Creo que ya van cerca de 20 personas que me preguntan lo mismo, yo también lo haría si fuese uno de ustedes.
¿Por qué haces esto? ¿Qué vas a hacer con tu vida cuando regreses? ¿Cómo así se te ocurrió?
Trataré de responder todas estas preguntas en pocas palabras, gran desafío para mi.
Todo empezó en el verano de 2003, en un campamento organizado por Palabra de Vida. Una semana en Cañete: mi lugar favorito, mis amigos favoritos, mis juegos favoritos y predicas alucinantes. Todo perfecto.
Aquella vez yo tenía 13 años recién cumplidos. Ese era probablemente el quinto año que asistía al campamento de Palabra de Vida. Ahí habían ciertas cosas que jamás faltaban: la noche de presentación, el Mufapufa, el banquete y por supuesto la fogata! (Si no tienes ni idea de lo que estoy hablando lamento informarte que te perdiste de una maravillosa e inigualable experiencia en tu adolescencia)
También las canciones solían ser las mismas cada año. Como me encantaba ese detalle. Eran canciones que amaba, y tenía que esperar todo un año para volverlas a escuchar y cantar feliz. Hasta ahora me ampallo a mi misma tarareando una de esas canciones mientras lavo los platos o camino hacia algún lugar.
Hay una en especial que amaba y amo. Esta canción es la causante inicial de toda esta loca aventura de World Race… y dice así:
Brilla en mí (paraparapapam)
Brilla en mí (paraparapapam)
Brilla en mí
y que vean en mí tu Gloria
Mi corazón, que arda en compasión.
Que fluya en cada lugar
tu misericordia
y que tu voz
se oiga en cada nación.
Por la fe contemple tu Gloria
que nos lleva a la victoria
Gloria que a todos debo compartir
tu historia al mundo voy a decir
Brilla en mi (paraparapapam)
Brilla en mí (paraparapapam)
Pequeña pero poderosa canción. Tengo la imagen viva, yo y mis 14 años cantando feliz la canción junto a otros cien adolescentes… y en mi corazón nacía el gran anhelo de hacer esa letra realidad en mi vida.
brilla en mi Dios, brilla en mi… por favor brilla en mi.
Ese año en particular, esa canción era mucho más que solo eso… era una oración para mi. No sabía como, solo quería que mi corazón realmente arda en compasión, que realmente vean en mi la Gloria de Dios. Era mi clamor hecho canción y lo cantaba a todo pulmón, lunes, martes, miércoles… hasta que llegó jueves: noche de fogata.
La noche de fogata era la noche donde los acampantes decidían consagrar (dedicar) su vida a Dios:
– Canciones a la luz de la luna…
– Una predica que podía adormecerte si te concentrabas más en la luz de las estrellas y el reflejo de las llamas ardiendo…
– Y la oportunidad de pasar al frente y tirar un palito de madera al fogón como símbolo de tu promesa a Dios.
Por supuesto, yo pasaba al frente todos los años y una promesa que debe ser hecha una vez en la vida era para mi una actividad anual que no tenía mayor repercusión. Pero ese 2003 fue distinto. Primero las canciones (sí, las de siempre 
). Y luego bam! el pastor Ruben Matos (maestro!!!) hablando de los israelitas pecando, pidiendo perdón, pecando, pidiendo perdón, pecado, pidiendo perdón.
¡Qué barbaridad, estos isaelitas!
…
espera Mónica, tú eres igualita a esos israelitas.
Viviendo a mi forma y luego pidiendo perdón, y en seguida continuar haciendo todo a mi forma, sin consultar a Dios. Sabía y no lo hacía, sabía muchas cosas pero casi nada hacía. Luego me arrepentía pero no cambiaba en nada mi forma de actuar. Era una israelita.
Dios había dado su vida por mí, había muerto en la cruz y vencido el pecado. Yo disfrutaba de su regalo inmerecido… pero no era capaz de entregar mi vida por él. Tomé su regalo y olvidé darle el sitio que merecía en mi vida a pesar de que se lo prometí muchísimas veces en esas fogatas, “oh Señor, te doy todo, todo lo mío es tuyo”…
Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace de los insensatos. Cumple lo que prometes. Eclesiastés 5:4
Esa noche comprendí todo. Yo queriendo que la luz de Dios brille en mí. ¡INSENSATA! Viviendo a mi manera y haciendo falsas promesas. Pero también comprendí que igual que a los israelitas, Dios me perdonaba y me amaba igual y por siempre. Tantas veces le fallé pero Él siempre fue fiel. Levanté mi cabeza, esa noche había cientos de estrellas, y Dios trajo a mi mente las bendiciones que me había dado hasta ese día, era aún más que las lucecitas que podía ver en el cielo.
Te fallo tanto como los israelitas te fallaron a ti, y en tu gracia me bendices tanto como los bendeciste a ellos.
Dios, ya no quiero más seguir caminando por mi cuenta, obviamente no es el camino que Tú tienes creado para mi. Sé que hay más, sé que en ti hay más y lo quiero descubrir. No me quiero perder de tus maravillosos planes, no quiero perder la oportunidad de que Tú brilles en mi. Dios dame ese privilegio, yo te doy todo lo que soy, todo lo que tengo, todo lo que quiero ser. Todo te lo entrego a ti. Por favor, brilla en mi.
Tiré mi palito al fogón. Hice mi promesa. Me dieron un sticker (sigue pegado en mi Biblia)
Regresé a casa el sábado. Y desde ese día te digo… Dios comenzó una transformación en mi.
Aún tengo grabada la imagen de las estrellas que vi en el cielo ese jueves.
Aún recuerdo la lágrimas que cayeron al darme cuenta de mi error.
Aún recuerdo mi oración.
Todo lo que soy, todo lo que tengo, todo lo que quiero ser te lo entrego a ti. Solo dime que quieres que haga. Por favor, brilla en mi. Dame esa oportunidad, quiero ser testigo de que tu voz se oiga en cada nación.
Estoy segura que ese jueves fue el inicio de mi viaje a 11 países en 11 meses. World Race es la respuesta que Dios me dio al clamor de mi canción. Por supuesto, luego de esa noche sigo cometiendo errores, y mil y un veces falto a mi promesa. Pero gracias a Dios no depende de mí, si no de Él que tiene misericordia.
“Si no me ayudara Jehová, pronto moraría mi alma en el silencio. Cuando yo decía: mi pie resbala, tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba. En la multitud de mis pensamiento dentro de mí, tus consolaciones alegraban mi alma” Salmos 94:17-19
¿Tú estuviste en una noche de fogón en Cañete? Seguro que sí. Recuerda tu promesa, recuerda tu oración. Dios no se olvida de lo que le prometiste aquella noche ¿Tú, ya te olvidaste?
Aún falta responder que pienso hacer de mi vida cuando regrese. tendrá que ser para un siguiente post. Prefiero terminar diciéndote algo:
Dios responde oraciones, puede “tardar” años, pero el tiempo es perfecto en su sabiduría y onmisciencia. Dios respondió mi oración del 2003 después de 11 años.
Gracias Dios por “tardar tanto”… tu respuesta no pudo llegar en mejor momento!!!
“Le has concedido el deseo de su corazón, y no le negaste el deseo de sus labios” Salmos 21:2
ENGLISH VERSION 🙂
Well…basically, I want to tell you why I decided to join the World Race. Almost 20 people have asked me this question and if I were you I would also do so.
Why will you do this? What are you going to do when you come back? How did you find out about the World Race?
I’ll try to answer all those questions in just a few words (quite a challenge!)
Everything started during summer vacations in 2003. This story is placed in Cañete, 3 hours away from Lima, where Word of Life organizes their Christian summer camps every year. So there I was in my favorite place, with my best friends (I went there with my Youth group from church), enjoying the best games ever and amazing preaches.
At that time I was 13 years old. That was probably my fifth year going to that camp. I have to admit that I spent every single school year longing for the moment in which I could finally go to Cañete and spend the most beautiful amazing week of the year with my friends. I was so happy in that camp that I was unable to sleep the entire week!
One of my favorite things in Cañete was the songs. Every single year we all sang the SAME old songs. I have never found another place in which people sing them! So, you can imagine this girl waiting 365 days to listen to the instruments playing her favorite songs once again. I can still close my eyes and listen to hundreds of teenagers singing, jumping and celebrating all together, praising the Lord as never before.
Well, that year there was a song that captivated my soul. I knew it from previous years, but for some reason that year it became even more special to me. Nowadays, I truly believe that song in Cañete was the beginning of this crazy World Race adventure. I will try to translate it into English and then it may not sound beautiful anymore, but trust me, It is!!
Shine through me
Shine through me
Shine through me
let your light shine before people
let me have a compassionate heart
Let Your mercy fall and reign forever more
Your voice will heard by every nation
Because of faith I am able to admire your Glory
which leads me to victory
Glory which I must talk about
I will share your story with the world
Shine through me
Shine through me
Shine through me
It was a very short but super powerful song. Actually, that year it was more than a song to me, it became a prayer, it became my heart’s desire.
Please, shine through me, please God, shine through me. I want to have a compassionate heart, please give me one!
And I sang that prayer on Monday, Tuesday, Wednesday…. Until Thursday arrived: bonfire night! That day campers had the opportunity to consecrate their lives to Jesus Christ. As a symbol and reminder of that decision, campers were given a stick to throw to the bonfire.
As you can imagine, I “made” that decision every single year. Throwing that stick to the bonfires all the time was an annual activity for me. And that was it, an activity, an event. However, that year was different. First, we sang some songs (the same old songs). Then, the preacher started to talk about Israel’s disobedience and God’s mercy. But, what I heard was the story of my life. That was me! Being disobedient, asking for forgiveness and being disobedient all over again. I knew so much about God and I had seen so many miracles from Him, just like the Jewish people… but I was trying to live my life according to my own desires and life perspectives, without listening to God’s advice. He had given his very own life to save me, and I was not able to give him mine in gratitude. I was being the boss of my own life… so silly. Even worst! I had told God so many times “do your will in my life; I give you all I am and all I want…” I said it with my mouth and I threw that stick to the bonfire so many times but it was never a truth in my life. I never allowed God to be the King in my life. I was so ashamed that night.
When you make a vow to God, do not delay to fulfill it. He has no pleasure in fools; fulfill your vow. Ecclesiastes 5:4
I realized I was such a fool: I wanted God to shine through me but I didn’t let him to be the boss. But I also understood that, just like with the Jewish people, God’s favor and mercy were always in my life. He was always loving me, taking care of me and giving me a new beginning. I looked up to the sky and there were thousands of stars, God brought to my mind all the blessing and gifts I received from Him, they were more than the number of stars.
Dear father, I don’t want to miss all the great things that you have planned for me. I don’t want to lose the opportunity to be used by you. I am tired of being my own boss and letting you down over and over again. Please, take control of my life. All that I am, all that I have, all my dreams and plans I lay them down before you. Do your will in my life and please Lord shine through me, give me that privilege, shine through me!
I threw my stick to the bonfire. I made a promise to God. Someone gave me a sticker as a reminder of it (it’s still in my Bible). I came back home.
Since that day in the bonfire God started to transform my heart in a wonderful way. He is working on it so that I can have what I asked for, a compassionate heart.
And I am sure that God who began the good work within you will keep right on helping you grow in his grace until his task within you is finally finished on that day when Jesus Christ returns. Philippians 1:6
I can still remember that night: the stars shine and the song plays in my head.
I can still remember the tears, the shame, and the relief.
I can still remember my promise and my prayer.
I asked God to shine through me, and He did so. How did he? Well, that’s the second part of the story!
You have granted him his heart’s desire and have not withheld the request of his lips. Pslams 21:2
I just want to finish saying that being obedient to God and listening to his voice is still sooo difficult. I continue letting Him down, like I did before that bonfire. But it is great to know that it doesn’t depend on me anymore, God is my captain, my boss, my lifeguard. He will rescue me; I just have to remain in Him.
I would have died unless the Lord had helped me. I screamed, “I’m slipping, Lord!” and he was kind and saved me. Lord, when doubts fill my mind, when my heart is in turmoil, quiet me and give me renewed hope and cheer. Psalms 94:17-19
Just for the record, this is not a translation! It is a similar version of what is written above… i am the worst translator ever, plus I get to excited so I end up adding or taking away some details.
