Jueves 13 de marzo
Me siento como un ninio
Mis shorts de basquet y mi polo carpa me hacen sentir asi.
Mis unias sucias y mi cabellos quebrado me hacen sentir asi.
Yo, en cunclillas, jalando un arbusto que lucha por su vida me hace sentir asi.
El machete que llevo en mis manos, y los guantes que las cubren me hacen sentir asi.
El hecho de no poder usar mi crema para peinar o mi locion corporal porque el olor atraera a las criaturas mas horrendas de la selva me hace sentir asi.
Saber que no vale la pena pintarse las unias de los pies porque luego el esmalte se derretira me hace sentir asi.
Las gotas de sudor corriendo por mi frente y yo limpiandome la cara con el borde de mi polo me hace sentir asi.
Utilizar mis manos para remover la tierra y ver a las cucarachas y otros bichos asquerosos correr entre mis punios me hace sentir asi.
Me siento un ninio, sin ofender a los hombres… me siento miserable. Lo opuesto a bella, atractiva, delicada, especial… me siento un ninio y ya no aguanto mas. Yo se que estas cosechas serviran para alimentar a cientos de ninios que he podido conocer personalmente. Se que este camino que estoy liberando de la maleza sera el sendero por donde adolescentes sin familia podran andar rumbo a su nuevo hogar. Y apesar de que se todo esto, es dificil… es dificil recordar que es un privilegio estar aqui. Es dificil recordar que todo esto tiene un proposito divino. Es tan dificil que creo que hoy lo olvide mientras trabajaba.
Sabado 15 de marzo (en el bus, rumbo a La Capital para una conferencia)
Mis ojos estan disfrutando de uno de los paisajes mas hermosos que he visto en mi vida. Nubes algodonosas bajo mis ojos, montanias verdes, los rayos del sol jugueteando entre las ramas de los arboles naranjas y pajaros con alas azules revoloteando por encima mio. Mi ventana esta abierta y puedo sentir la brisa perfectamente helada. Tengo mi musica, tengo mis galletas ticas favoritas… tambien tengo mis unias pintadas. El dia anterior nuestro lider nos permitio terminar el trabajo dos horas antes, suficiente tiempo para usar mi bello esmalte mora pastel con un toque de escarcha. Y todo esto sucede mientras visto mis jeans favoritos. No los habia podido usar desde el 10 de enero (si, recuerdo la ultima vez que los pude utilizar).
Por fin, me siento bella, me siento delgada… me siento regia… esa es la palabra. Hace mas de dos meses que no me sentia asi. A pesar de no estar usando mis sandalias marrones de cunia alta, ni mi cabello suelto, ni mi vestido de bobitos color crema perla, ni mi cartera de mariposas (esa que compre con Fio en uno de aquellos dias perfectos nuestros)… a pesar de estar usando un trenza mal hecha, unas crocs que pretenden pasar como ballerinas pero al fin de cuenta son crocs y la misma cartera que llevo desde hace dos meses… a pesar de todo eso me siento regia.
Regia porque aqui puedo elevar mi brazo y saludar desde la ventana del auto sabiendo que un grupo de extranios respondera mi saludo con una sonrisa. Regia porque aqui puedo bailar en la iglesia durante el tiempo de las canciones y usar una cinta de agua del color que yo elija!! Hacerla volar por los aires, dar vueltas y saltos al ritmo de la musica y sentir el palpitar de la bateria en mis pies. Regia porque puedo cortar arboles mientras hablo de bodas, vestidos y lunas de miel con mis amigas. Regia porque puedo puedo literalmente saltar y correr por el prado imaginando que tengo un vestido blanco con flores bordadas, un cinturon azul marino en mi cintura y una flor en el cabello. Regia porque se que lo que estoy viviendo poco a poco me convertira en una mujer increible, en una de esas que la gente quiere escuchar hablar, de aquellas que no tienen miedo a hacer cosas que las podrian hacer ver “feas” o “toscas” porque saben que a fin de cuentas siempre habra una razon mucho mas poderosa para sentirse regia: el dulce y sabroso atrevimiento de hacer algo que hace sonreir a Dios.
