Republica Dominicana, Haiti, Costa Rica, Nicaragua, Guatemala, Tailandia,Malasia, Filipinas, Swazilandia, Botswana y Sudáfrica.
La lista se hace más atractiva si agrego lo que haré.
Construir casas, pintar hospitales, visitar enfermos, consolar a mujeres que viven bajo maltrato, engreír a pequeños que no tienen quien los cuide, compartir alimentos con los que hambrientos, abrazar al que está abandonado, orar por milagros, enseñar al que jamás escuchó del amor y perdón de Dios… sigue la lista pero ya tienen una idea de lo que será mi 2015.
La mayor parte del tiempo el pensar en World Race me llena de alegría, ansias de esas bonitas que solemos confundir con mariposas en el estómago, me ayuda a acercarme más a Dios, me dibuja una sonrisa en el rostro y me hace anhelar con todo el alma que llegue el día en el que partiré.
Sin embargo, hay días en los que se me van las ganas.
Por ejemplo, cuando estoy en mi camita, arropadita. O cuando me estoy haciendo los rulos muy cómoda en mi espejo de cuerpo entero. No es necesario mencionar las largas duchas de agua caliente. Saber que diré adiós a las comodidades que me rodean muchas veces me causan… ok, la palabra horrenda… f-l-o-j-e-r-a. Flojeritis aguda en muchos casos.
Además, cada cierto tiempo retumban en mi mente comentarios que en algún momento he recibido acerca de mi viaje:
“Estás renunciando a un auto” (y yo, aplastada en el micro – Me niego a usar taxis, todo ese dinero ahorrado servirá para poder pagar mi paseo en elefante por Tailandia ¡estoy segura!)
“Todo ese dinero lo podrías utilizar para varias rondas de vacaciones de lujo por exactamente los mismo lugares” (y yo, mordiéndome el labio… con lo mucho que amo vacacionar.)
“¡¡¡¡¿Vas a dejar tu colegio?!!!!” (y yo, viendo correr en mi mente el video -estilo VHS- de hermosos momentos vividos con mis enanos. La sensación de una manita escabulléndose entre mis rulos para descubrir si tienen las mismas características de un resorte. El sabor de victoria al escuchar la vocecita esperanzada diciéndome: ¡ahora sí ya entendí miss!. La melodía de los gritos que me saludan a la hora de almuerzo: miss mooooooni- abrazo grupal seguido al instante.)
“¿Y que pasa si te pica un bicho con alguna enfermedad rara?” (y yo, solo presto atención hasta el momento en que se menciona al bicho. Puedo imaginar a las cucarachas mutantes que cruzarán por mi camino el próximo año, y les aseguro que se me van las ganas de ir.)
Es muy fácil sentir que World Race simplemente no es el viaje para mi. Soy muy miedosa, soy muy débil, soy feliz aquí donde estoy. Es muy fácil sentir que lo más práctico es quedarme y seguir con mis planes. Debo admitir que en más de una ocasión se me han ido las ganas y en mi cama he grito mentalmente: ¡¡¡¡¡¿En qué lío me metí?!!!!
Lo hermoso de todo esto es que Dios no permite que me desvíe del plan que ya preparó para mí. Siempre encuentra la manera de hacerme recobrar el enfoque, retomar la carrera. Así que les compartiré una lista de versículos que Él me ha regalado para estos momentos en los que se me van las ganas:
“El fruto del justo es árbol de vida, y el que gana almas es sabio” Proverbios 11:30 (Prefiero eso a ganar un auto ¡no hay duda!)
“Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos” Salmos 73:28 (Esto me suena mucho más atractivo que unas buenas vacaciones.)
“Oh Jehová, ciertamente soy tu siervo, siervo tuyo soy, hijo de tu siervo, tú has roto mis prisiones. Te ofreceré sacrificio de alabanza, e invocaré el nombre de Jehová” Salmos 116:16-17 (Antes que maestra, soy tu sierva… dejar mi sueño hecho realidad y mi pizarra acrílica son mi sacrificio de alabanza.)
“Pues si no anuncio el evangelio no tengo de que gloriarme, porque me es impuesta necesidad, y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!” 1 Corintios 9:16 (Ok, esto pulveriza la excusa de las cucarachas mutantes.)
“Por tanto, todo lo soporto por amor a los escogidos, para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eterna” 2 timoteo 2:10 (Renunciar a las comodidades y las duchas de agua caliente no son nada comparado a lo que tú renunciaste por amor a mí y a aquellos que conoceré el próximo año.)
“No estamos haciendo bien. Hoy es día de buena nueva, y nosotros callamos; y si esperamos hasta el amanecer, nos alcanzará nuestra maldad. Vamos pues, ahora, entremos y demos la nueva en casa del rey” 2Reyes 7:9 (Ahora, mañana será muy tarde. Lo hago ahora o nunca).
Por supuesto hay más, pero estos me persiguen y no dejan que cometa el peor error de mi vida: renunciar al plan que Dios tiene para mi. Finalmente, les compartiré el top 1 de mi lista de versículos:
“Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrán de alguna otra parte para los judíos; más tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?” Ester 4:14
Ester era una mujer hermosa que fue escogida entre las mujeres del pueblo para ser esposa del rey Asuero, gobernante de Babilonia. En el libro de Ester se narra como Asuero fue mal influenciado por uno de sus hombres más cercanos y por él es que tomó la decisión de mandar aniquilar a todo el pueblo judío, que se encontraba cautivo en Babilonia. ¡Ester también era judía, pero el rey no lo sabía! Cuando el tío de Ester, Mardoqueo, se entera del trágico mandado del rey, va donde Ester a mandarle que vaya a la presencia de su esposo a pedirle que cambie de parecer y elimine la orden. Ester tiembla de miedo pues, en esa época, cualquier persona que osara ir a la presencia del rey sin ser llamado sería condenado a muerte si es que el rey no le complacía perdonar su intromisión. Es en ese momento que Mardoqueo le dice a su sobrina: “No pienses que escaparás de la casa del rey más que cualquier otro judío. Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrán de alguna otra parte para los judíos; más tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?”
Me encanta saber que Ester no era pieza imprescindible en el plan de Dios. Si ella no lo hacía, de otra forma Dios salvaría a su pueblo. Pero Ester estaba teniendo la oportunidad de cumplir con el objetivo por el cual ella había sido creada. Todo lo que Ester había vivido hasta ese día desembocaba en esta misión. Ella tenía la opción de aprovecharla y cumplir con su misión en esta vida, o no.
Dios nos ha creado para una misión. Cada vez que se me van las ganas escucho a Dios diciendome a través de esta historia: “Bueno, respiro y liberación vendrán de alguna otra parte para el mundo… pero, ¿Cómo sabrás si es para esto que te cree?”
Ester cumplió con su misión y el pueblo judío se salvó gracias a su valentía. Del pueblo judío vino Jesús… sí, Jesucristo. Yo imagino lo feliz y alivia que debe estar Ester en el cielo ahora “fiiiuf, y por poco me pierdo de ser parte de esta gran historia”- me la imagino comentando esto con Abraham y David.
Yo no me quiero perder la oportunidad de ser parte de la historia que Dios está escribiendo en este mundo. Así que me voy al World Race aunque se me vayan las ganas. Porque esto no es cuestión de que si tengo ganas o no. Esto es cuestión de obediencia y valor. Yo tampoco me voy a perder de ser parte de esta gran historia.
*Denle una chequeada al libro de Ester. Estoy segurísima que superará cualquier novela favorita y al best seller que llevan siempre en la mesita de noche. ¡Léanlo, vale la pena en todo sentido!
