Gringo /mas/ sust. – Persona extranjera de tez blanca que no tiene malicia indígena.
Según la definición del excelso Diccionario de la lengua Española según Laura, me encuentro entre gringos. No sé qué esperaba, tal vez que los gringos se parecieran más a mí, pero hablan diferente. Piensan diferente. Interactúan diferente. Comen diferente. Me confunden con su extraño idioma de comunicación no-verbal y su jerga confiada.
No me malinterpreten, estos gringos son personas que aman a Jesús y lo demuestran con todo lo que son. Son personas que son gentiles en su forma de comunicar, ntentan entender las diferencias entre culturas e intentan aprender de mí mientras aprendo de ellos. En resumidas cuentas, son amables, pero igual son gringos.
En toda honestidad, hace poco comenzé a estar abrumada por la muchedumbre de las personas que tienen una cultura que no es la mía, pero tres cosas me han ayudado
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Ayer, para ayudar a que los del campamento entendieran otras culturas, los entrenadores nos llevaron un bazaar/tianguis/feria en el cual otros entrenadores y maestros actuában como personajes varios en una caótica obra. Nuestra misión: comprar la cena con un monto de dinero especificado. Teníamos vendedores ambulantes, pordioseros, carros pitando, música a todo volumen, policía, turistas, ladrones de cosquilleo, basura regada por el piso, el sol en pleno destello, y puestos comida en todas partes. Mientras mis compañeros se sentían agobiados por toda esta información, mis sentidos de Bogotana precavida (y tal vez un poco de malicia indígena) salieron a flor de piel y me sentí como en casa otra vez.
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Para enseñarnos acerca otras culturas, todos los días tenemos una temática de un país o continente la cual debemos seguir. Un día fue Asia, día en el cual debimos comer con palillos Chinos. Otro día fue India, en el cual las mujeres debimos cubrirnos la cabeza, y así todos los días. No falta decir que algunos días comimos alimentos extraños y otros todos pasamos un poco de hambre. En este orden de ideas, resulta que la temática de hoy fué Latinoamerica, y el liderazgo me pidió que orara por el desayuno en Español. Entonces, al frente de aproximadamente trescientos gringos, oré a la mejor de mis ablilidades. Es probable que no me entendieron, pero escuchar Español por unos parlantes fué bellísimo. (ps. Comimos plátanos maduros e estuvieron riquísimos 🙂
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Una muchacha de mi escuadrón me preguntó acerca de los recientes tratados de paz que fueron refrendados por la ONU. Conociendo un poco del tema, le explique desde varias perspectivas, y le dí un poco de contexto histórico de la Violencia, Paramilitares, Guerrillas, Narcotraficantes, etc. Cuando había terminado, ella me agradecío por haberle brindado una perspectiva nueva. Me encantó compartir un poco de mi historia patria con una de las gringas porque la historia patria es parte de mi historia.
Ha sido difícil interactuar con ellos, pero Dios me ha dado gracia para perseverar, he conocido a seres humanos hermosos, y creo que puedo sobrevivir los próximos nueve meses e un escuadrón de gringos.
