Nos advirtieron que esto sucedería. Nos advirtieron que nuestro corazon se romperia al fin de mes. Nos advirtieron que llorariamos.

¿Él?  

Él nació VIH positivo, que genéticamente heredo de su madre. Su madre murió poco después de llegar a casa del hospital con su bebé recién nacido. Muchos días después fue encontrado sujeto al cuerpo de su mama sin vida.  

¿El?  

El era pequeño, 5 o 6 años. Su madre y su hermana estaban en una discusión. Su hermana le pidió al niño que consiguiera un cuchillo, lo cual hizo. Poco sabía el niño que el cuchillo que fue a buscar sería la arma utilizada para matar a su madre ante sus ojos.  

¿Y él?  

Él es ahora tiene 7. Sus padres lo dejaron en una casa abandonada con nada más que su hermano menor. Se vio obligado a cuidar por si mismo y su hermanito, lo que le llevó a la excavación de ranas y matar pajaritos para tener algo que comer.  

Pero no nos advirtieron acerca de todo.  No me advirtieron que a pesar de las circunstancias, los niños que me he encontrado serían algunas de las personas más ricas que he conocido. Hay cantos de jubilo donde deberia de haber silencio.  Hay sonrisas donde debería haber lágrimas.  Este lugar me ha enseñado muchas cosas, pero sobre todo he aprendido a estar agradecida por la vida que el Señor me ha dado. Hay veces donde lucho en ver lo bueno que el Señor está haciendo especialmente cuando las situaciones parecen tan oscuras. Él trae la sanidad atravez de su luz. El primer mes en Maseru, Lesotho fue uno que jamas podre olvidar. Lesotho Save The Children es ahora tambien mi hogar. https://www.youtube.com/watch?v=hfxo3fEaaSY