Missions. This word has been an integral part of the church and has been vital to the Christian identity for centuries. Groups from churches form mission teams to go on mission trips, we are told by our pastors to live on mission, I just came back from doing mission work in Honduras, yet what exactly does this word entail for the church?
The paradox is that missions is an overly simple concept embedded with a multitude of complex intricacies. My goal is not to attempt to explain each one of these intricacies. Instead, my following thoughts on missions are only supposed to expound on the goal of missions, and my current understanding of the goal of missions is found in the book of Psalms.
Psalm 67:1-3 “May God be gracious to us and bless us, that your way may be known on earth, your saving power among all nations. Let the people praise you, O God; let all the peoples praise you!”
From these verses, and others in the Bible, I have been convinced that the goal of missions is the worship of Christ. And the worship of Christ should be the ultimate goal of the church and every Christian who walks this earth. John Piper put it best when he said, “Missions is not the ultimate goal of the church, worship is. Missions exist because worship doesn’t. Worship is ultimate, not missions, because God is ultimate, not man.”
God blesses us that we might make His name known. He uses the unusable to further His glory. Missions serve this purpose.
Look at the verses once again, they are not statements of facts; they are prayers. For this reason, we know that (1) not everything praises God and (2) that we, as Christians, are called to point others to the glory of God so that Christ might be worshipped and praised by all peoples. The ministry we have to the world is the gospel, the saving power of Christ. He alone is worthy of praise.
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Misiones. Esta palabra ha sido una parte integral para la iglesia y hace mucho tiempo que es vital a la identidad de un cristiano. Grupos de iglesias crean equipos de misiones para tomar viajes misioneros, nuestros pastores nos mandan a vivir en misión, yo acabo de hacer un trabajo misionero en Honduras, pero que exactamente significa esta palabra para la iglesia?
El paradoja es que las misiones es un concepto bastante sencillo, empotrado con una multitud de complejidades. Mi objetivo no es explicar cada uno de estas ellas. En cambio, mis pensamientos siguientes de misiones solamente van a exponer el fin de misiones y mi entendimiento actual de esto se basa en el libro de Salmos.
Salmos 67:1-3 “Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga; haga resplandecer su rostro sobre nosotros; para que sea conocido en la tierra tu camino, en todas las naciones tu salvación. Te alaben los pueblos, oh Dios; todos los pueblos te alaben.”
De estos versículos, y otros en la Biblia, he estado convencido de que el fin de misiones es la adoración de Dios. Y que la adoración de Dios debe ser el objetivo sumo de la iglesia y cada cristiano que anda en la tierra. John Piper lo dijo mejor, “Las misiones no son el fin sumo de la iglesia, es la adoración de Dios. Las misiones existen porque la adoración de Él no existe. La adoración es sumo, no las misiones, porque Dios es sumo, no el hombre.”
Dios nos bendice para que declaremos Su nombre sobre la faz de la tierra. Él usa lo que no es usable para promover Su gloria. Las misiones sirven para este propósito.
Mire a los versículos una vez más, no son declaraciones sino oraciones. Por eso, sabemos que (1) hay cosas que no alaba al Señor y que (2) Dios nos llama a mostrar Su gloria al mundo para que Él sea alabado por todo el mundo. El ministerio que tenemos al mundo es el evangelio de Cristo, el poder que Cristo tiene para salvar a los pecadores. Sólo Cristo es digno de adoración.
