Encuentros divinos: Zafila
Haiti fue un mes lleno de encuentro divinos, citas a ciegas organizadas por Dios. He intentado por mas de un mes tratar de escribir un blog que resuma todo lo vivido en esos encuentros, pero fue imposible. Asi que he decidido contar cada historia por separado, una por una.
Aqui vamos…
Para que logren entender lo divino de este primer encuentro debo tipear lo que escribi en mi diario al final del dia en el que conoci a Zafila, mi pequenia haitiana de 7 anios:
“(…) Gracias tambien por Zafila, gracias por ponerla en mis brazos. Gracias por llenarme de amor hacia ella. Es una ninia tan traviesa y alegre pero a la vez se agota tan rapido. Su respiracion entrecortada y su cabello anaranjado son captados por mis sentidos y rompen mi corazon en tricitas. Verla correr por unos minutos con su bella sonrisa de oreja a oreja es precioso, pero duele demasiado ver que la escena siguiente es una pequenia que, por culpa de la desnutricion, cae agotada en los brazos de la primera persona que la acoge. Si tuviese mas fuerzas, si tuviese lo que su cuerpo necesita para estar saludable… A Zafila le gusta reir pero su mirada esta llena de tristeza y soledad. Puedo sentir como todo su ser anhela ser amada, abrazada.
Dios cuida a Zafila, ayudala a cumplir sus suenios, manda una persona a su vida que pueda enseniarle a amarte. Conquista su corazon, permitele experimentar tu poder y amor. Mi Dios, librala de un futuro de pandillas, sexo, violacion, maltrado. Protege su cuerpo de cualquier persona que quiera hacerle danio. Manda un ejercito de angeles para que la guarden de dia y de noche. Haz de ella una mujer de Dios, una mujer virtuosa. Derrama bendiciones sobre su vida. Protege su corazon, no dejes que caiga en manos de alguien que lo destruira.
Mi Dios, yo se que tu puedes salvar. Tu puedes salvar a mi Zafila! Dame fuerzas en los brazos para poder cargarla por varias horas. Dame inteligencia para poder aprender creyol y hacerme su amiga. Cuida a mi Zafila, permiteme volver a verla de nuevo aqui en Cimonette, y tambien permiteme verla algun dia en el cielo. “
Los dias siguientes volvimos a ir a Cimonette, la aldea donde vive Zafila. Al bajar del bus la buscaba, y a lo lejos le veia! venia corriendo y se lanzaba a mis brazos como un pequenio monito. Poco a poco yo fui aprendiendo Creyol: se que va al colegio, le gusta cantar y jugar futbol y tiene hermanitos. Mi vocabulario no me permitio ir mucho mas alla, y pedir la ayuda de un traductor nunca me parecio la mejor opcion. Habia algo bello entre mi Zafila y yo, no necesitabamos a una tercera persona. Durante las horas que pase con ella entendi que lo mejor que podia hacer era cargarla, abrazarla, jugar con ella, sonreirle, decirle lo bonita que es (en creyol, por supuesto) y mientas hacia todo esto, seguir orando por su vida. Me encanta! El mes pasado fue el mes de la oracion, en Republica Dominicana Dios me demostro que escucha y responde de formas tan practicas…. este mes fue muy facil mantener en mente que todas esas horas invertidas en oracion por Zafila son mi mejor regalo para mi nueva amiga.
