La gente en Ucrania robó mi corazón y fue súper hermoso compartir con niños, jóvenes y adultos.

Dios me usó para enseñar un idioma que no es el nativo mío. Dios hace cosas extrañas, pero definitivamente perfectas, ya que usa todo lo que uno ha vivido para el bien de los demás.

Un abrazo enorme.

Los amo.

Gabi